Una señora muy pobre telefoneó para un programa cristiano de radio pidiendo ayuda.
Un brujo del mal que oía el programa consiguió su dirección, llamó a sus secretarios y ordenó que compraran alimentos y los llevaran hacia la mujer, con la siguiente instrucción:
"Cuando ella pregunte quién mandó estos alimentos, ¡respondan que fue el DIABLO!"
Cuando llegaron a la casa, la mujer los recibió con alegría y fué inmediatamente guardando los alimentos que le llevaron los secretarios del brujo. Al ver que ella no preguntaba nada, ellos le preguntaron: ¿ señora no quiere saber quién le envió estas cosas?
La mujer, en la simplicidad de la Fé, respondió:
"- No, mi hijo.. No es preciso. Cuando Dios manda, ¡hasta el diablo obedece!"
Bievenidos
Hace 15 años