El Señor Te Sana.

Mateo 9,35 dice que Jesús fue predicando, enseñando y sanando los enfermos.
Según Juan 14,12 alguien que tenga fe en Jesús hará lo mismo y aún más.
Pablo dice en Romanos 15,19 que había llenado la zona con el evangelio por su palabra, su obra, señales y maravillas".
Jesús manda a sus discípulos que sanen al enfermo en su Nombre no sólo orar por él.
Muchos creyentes en todo del mundo testifican hoy cómo el Señor les ha sanado espiritualmente, o físicamente, en emociones, matrimonios o finanzas.
La meta del Señor es que estemos completos en cuerpo, alma y espíritu.
Encuentras Sanidad En Todo La Biblia.
La enfermedad ( Fisica y espiritual) procedió de la caída, pero desde el principio Dios prometió su salvación y gracia. Génesis 3.15; 21.
En Éxodo 3,7 encontramos que Dios ve lágrimas y sufrimientos. Se compromete profundamente a hacer algo por medio de un hombre obediente.
En Éxodo 15,22-26 Dios se revela por primera vez como el Señor que sana. Mostró a Moisés un trozo de madera como un tipo de la Cruz e igual si tiramos esa madera en nuestras propias aguas amargas se volverán dulces.
En Números 21,49 por su propia culpa la gente fue mordida por serpientes. En su gracia el Señor les instruye mirar arriba en lugar de fijarse en la herida y así vivirán.
En la misma manera Hebreos 12,2 nos aconseja poner los ojos en Jesús, es decir no fijarnos tanto en el problema .
No podemos mirar a dos lugares a la vez así que debemos escoger en que lugar vamos a concentrarnos, en la promesa de Dios.
Job perseveró en un sufrimiento terrible e inexplicable hasta que al final fue sanado y doblemente bendecido. Job 42
David escribe que uno de los muchos beneficios del Señor es que sana todas nuestras enfermedades. Salmo 103,15
Malaquías dice que el Señor tiene sanidad en sus alas. Malaquías 4,2.
Hebreos 10.9.
Hay 26 ejemplos diferentes de como Jesús sanó a los enfermos, que nos muestran la voluntad del Padre.
En la Biblia hay 3 hombres fieles que testifican, confirmando que Jesús sana:
Isaías el profeta señaló a Jesús siglos antes de su venida.
Debes leer lo que profetizó, Isaías 53,4-6
Mateo vio con sus propios ojos lo que pasó y dijo que la profecía de Isaías se cumple en Jesús. Mateo 8,17
Pedro mira hacía atrás a Jesús y dice también que se ha cumplido la profecía.
Mira en 1 Pedro 2,24
El evangelio es sencillo, sobrenatural, centrado sobre Cristo y fijo para siempre. No ves que la palabra de Dios dice que nuestra sanidad fue lograda por Jesús en la Cruz, hace 2.000 años.
Por eso miramos atrás para encontrar nuestra sanidad, no hacía el futuro. Vemos a Jesús, creemos, recibimos, damos gracias por fe, y descansamos, dejando que el Señor obre como lo vea mejor.
1 Corintios 12,9 enseña que el Espíritu da dones de sanidades en favor de los enfermos.
Dones de sanidades son palabras plurales.
No se trata de un don singular de sanidad que tiene una sola persona, aunque es claro que unos tendrán más fe y unción para ministrar sanidades que otros.
Quizás pienses que tu fe es demasiado pequeña, pero no sabes que todos podemos ministrar sanidades por la gracia de Dios que tenemos dentro de nuestro llamado y ministerio, antes de confiar en nuestro nivel personal de fe.

Apóstoles grandes, ve 2 Cor. 12,2
Pastores buenos, Ezequiel 34,4
Evangelistas ardientes, Hechos 8,7
Maestros serios, Marcos 16,20
Profetas de Dios, ve 1 Reyes 17,21
Ancianos, ve Santiago 5,14
Diáconos, ve Hechos 6,5
Creyentes ordinarios, Marcos 16,17
Con la dirección, los impulsos de Dios y su ayuda puedes ministrar al enfermo en cualquier parte y en todo tiempo:
Es importante no creer a la enfermedad.
Tienes que amar a la gente tanto que siempre ofreces ministrarles sanidad.
En todo momento que sea posible enseña a la gente como creer y orar por si mismos, o si no es posible entonces préstales tu fe y tiempo en oración.
Siempre invita al Espíritu, Hechos 3,6
Pide al Señor que te enseñe cómo orar. ¿es una enfermedad o un demonio que aflige a la persona?
Siempre ata todo poder satánico detrás de la situación en el nombre de Jesús.
No tengas miedo de orar contra la raíz de la enfermedad, mandando que se vaya en el nombre de Jesús, porque el Señor corta la raíz con el hacha.
Suelta el poder de Dios por oración, Marcos 6,13
Persevera y sigue hasta que tengás la victoria.
Incluso Jesús tuvo que orar por un hombre más que una vez.
 

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