Éxodo 3: 1-5
Todos hemos incorporado mandatos que nos enseñaron desde la infancia y tenemos que romperlos para alcanzar la bendición.
Alguien dijo que la tierra nunca fue plana, a pesar de que todos lo creían. Podemos creer muchas cosas pero eso no quiere decir que sea verdad; podés creer que sos una loca pero eso no quiere decir que sea realidad.
Inteligencia intrapersonal es la capacidad de llevarse bien con uno mismo.
Muchas veces no estamos bien con nosotras mismas y por lo tanto no podremos llevarnos bien con los demás. Es importante descubrir y reconocer qué pensamos, quienes somos, en qué creemos, cuáles son los mandatos que nos guían.Mandato es una creencia, positiva o negativa, que tiene fuerza como una ley dentro nuestro y que al no cumplirla, nos hace sentir mal. Alguien dijo que un mandato es como la columna de una casa que si la destruimos o quitamos la casa se cae.De la misma manera si no obedecemos el mandato interior sentiremos que la vida se derrumba. Frases o creencias internas con las que nos manejamos y que producen una limitación no permitiendo tomar las bendiciones desatadas por Dios.Si no quito el mandato de mi vida no veré que es falso y que siempre me atará.
Debo cuestionar los mandatos, quebrarlos y quitarlos de mi vida, para tomar la bendición de Dios.
Hay diferentes tipos de mandatos: culturales (que tenemos desde chicos y a los que debemos obedecer como una ley), económicos, familiares, religiosos, personales.
La única manera de cambiar un mandato por otro es quebrando el mandato negativo.
Por ejemplo tenemos el mandato:- No confíes en la gente .Si Dios quiere darte una conexión de oro la perderás porque el mandato dice: “No confiaré en nadie.”
-La mujer es inferior al hombre .Y muchas mujeres siguen creyéndolo.
- “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer.”Si es un gran hombre no es porque hay una mujer detrás sino porque él es grande. Debemos quebrar ese mandato, las mujeres no estamos detrás de los hombres, porque ambos van juntos logrando cosas en la vida pero, por más grande que sea, ninguno está detrás de nadie.
-“Mi marido es la cabeza del hogar.”Debes quebrar ese principio que te enseñaron en tu infancia espiritual en la iglesia porque cuando tengas algo por conquistar no lo lograrás porque crees que es tu marido quien debe hacerlo y vos estarás detrás, ayudándolo. ¡No es así!
-“ Una mujer nunca se enoja, no está bien visto.”“Enojarse es para los hombres, las mujeres debemos ser pacíficas y traer la paz al hogar.” Entonces te enfermás por no poner límites y creer que una mujer nunca debe enojarse.
-“El dinero es malo, sucio.”Si no quiere romper ese mandato no llegará a nada, por más que le digas que va a prosperar, que es algo que Dios hizo y que es importante crecer y ser independiente en el área económica.
-“Ser una mujer buena es entregarse a los demás”Perder la vida por los otros porque si se mira a sí misma es mala, egoísta, egocéntrica, desgraciada. Ese mandato está muy incorporado y tal vez tu mamá no te lo enseñó sólo con palabras sino con sus actitudes y crees que el rol de mujer es darse a los demás sin ocuparse de uno.Cuando Dios te dice: “Quiero hacerte resplandecer, ocupate de vos”, entonces no podés hacerlo porque tu mandato interno no está de acuerdo.Y si Dios te da un sueño grande decís: “No es para mi, porque eso significa ocuparme de mí, debo dejarlo y seguir cumpliendo con el mandato.” Ante lo nuevo, instantáneamente aparecen los mandatos en nuestra mente, en forma de orden, limitándonos la bendición.
La primera meta debe ser:1 - Conocer y quebrar los mandatos.
Otros mandatos pueden ser:-“ Estar delgada ”: No crees que te puedan ofrecer un trabajo te ves gorda y “si lo hacen es para sacarte algo”.-“ Los hombres no lloran ”, y si lloran es porque son maricones.-“ Una mujer no puede llegar al poder, porque el poder es masculino .”-“El hombre es proveedor del dinero ”, y le permitís toda posibilidad de hacer lo que te puedan ofrecer.
Un pastor me dijo que por años él creyó que la mujer no tenía que hacer nada dentro de la iglesia y su esposa era un "cero a la izquierda" porque él no se lo permitía. Hasta que recibió una revelación de Dios que le quebró ese mandato interno y tuvo que pedirle perdón por tantos años que estuvo sentada en una silla (porque era lo que a él le enseñaron) y hoy es la pastora de la iglesia.
Hasta que no recibió la revelación de Dios no lo entendió y quebró el mandato interno.-“ Dios me llevó a mi marido ”¡No! Dios no lo llevó.
-“ Dios me prueba a través de la enfermedad”¡No! Dios no prueba por enfermedades.
Y si lo seguís creyendo a pesar de que te lo enseñamos, es porque el mandato es tan fuerte que, hasta que no lo rompas, tendrás limitadas todas las bendiciones.
Marta tenía un factor limitante, un mandato interno: “Las mujeres tienen que servir a los hombres por obligación”, ella pensaba que tenía que servir a Jesús, en cambio María no lo tenía incorporado.Marta dijo: “Las mujeres no deben sentarse a los pies del maestro y aprender porque eso es para los hombres, no está bien que una mujer aprenda.”María era libre porque no tenía ese mandato y recibió la bendición, pero Marta debió ser confrontada con Jesús y su revelación: “Hay una parte mejor que tu mandato interno, atrévete a tomarlo.”
¡Hay algo más!
Hasta que no quebrantes el mandato no lo podrás tomar.
Decí: En el Nombre de Jesús quebraré mis mandatos internos negativos porque nací para lo grande y nada impedirá tomar lo que Jesús me quiere dar.
2 - Cuando un mandato se muere en tu vida algo grande empieza a nacer.
Otras creencias erróneas:-“Tengo que complacer y gustar a los demás”-“La vida es un valle de lágrimas”-“Una mujer no puedes ser pastora ni pastorear sola una iglesia”-“La iglesia pastoreada por una mujer no avanzará porque necesita “un hombre que ponga autoridad”
(Y lo peor es que no lo piensan sólo los hombres sino las mujeres que, al ver a una mujer pastora, les da tanta bronca que no ven la manera de destruirla.
-“Tengo que sacrificarme por mis hijos” , “Ellos son los importantes”.-“Debo ser una esposa y madre perfecta.”-“Si no es perfecto, mejor no lo hagas.”-“Dinero y poder no son femeninos.”-“Soy imprescindible, si yo no estoy, todo se viene abajo.”
Marta representa los mandatos internos de todas las mujeres. Se acercó a Jesús cuando murió Lázaro y declaró algo errónea: “ Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto ”, porque tenía el mandato de la fe para el pasado.
¿Qué era lo importante: “si hubieras estado” o que Jesús estaba ahí?
Es como aquellas que ven algo hecho y dicen: “Yo sabía que iba a funcionar,” “Yo sabía que iba andar bien, que esta iglesia iba a crecer”. Fe para el pasado .
Pero Jesús rompió su fe para el pasado, su mandato interno y le dijo:“Querida mujer no te he dicho que si crees (hoy) verás la gloria de Dios (siempre: ayer, hoy y en el futuro).”
3-No tengas fe para el pasado, sé eterna, permanente, Jesús tiene la salida.Hay un costo emocional muy grande por no quebrantar los mandamientos; no podemos vivir entre dos versiones, pisar en un lugar y a la vez en otro.
O soltás uno y pisas otro; o vivís por tus mandatos, por la ley que te dijeron o por revelación de Dios. Elegí, porque el costo emocional será muy grande.
4- Para creer en lo nuevo, dejá de creer en lo viejo.Si querés lo nuevo de Dios, debes estar dispuesta a dar la espalda a lo viejo.Algunas mujeres creen que deben sufrir porque son débiles, frágiles y la vida es sufrimiento tras sufrimiento, porque le enseñaron que la mujer es frágil y el varón fuerte.
El pasaje en la Biblia que habla de la fragilidad de la mujer dice que “ es un vaso más frágil ”, o sea que el hombre también lo es. Que la mujer debe ser puesta en un lugar para ser vista y cuidada de manera muy especial porque tiene más valor.
No habla de que no tiene fuerzas sino de que tiene más valor, que no es lo mismo un vaso de vidrio y uno de cristal.“Ojo, no traten a las mujeres como si fueran cualquier cosa, como animales ni como esclavos porque valen mucho.” dijo Pedro
5- Sólo la revelación quiebra los mandatos humanos.Decimos que Abraham es el padre de la fe y él se atrevió a dar la espalda a un montón de cosas.
Si leemos su historia veremos que Dios siempre le dijo: “Salí, dejá, soltá.” ( “Dejá ir a Agar, porque el hijo de la esclava no puede heredar con el hijo de la libre”)
Ningún pensamiento que esclaviza tiene comunión con los pensamientos de libertad de Dios.
El joven rico se presentó y Jesús le dijo: “Una sola cosa te falta, vender todo lo que tenés y repartirlo a los pobres y seguirme” Y el joven se fue en amargura porque tenía que perder y lo más difícil es dejar que las cosas salgan de nuestra vida.
El sentido de pérdida, la sensación de vacío que nos deja un robo o la muerte de un ser querido es algo delicado.
6- La bendición estará relacionada a lo que estés dispuesta a dejar.O prestas atención a los mandatos o a Dios. ¿A qué le vas a dar la espalda? Tal vez tengas presión familiar, que tus hijos te digan: “Deberías estar todo el día criándome a mí, cuidándome, no saliendo a trabajar.”
¿Obedeces el mandato interno que vos misma les trasmitiste o lo que Dios te dice?Cuando tu marido te dice: “O vas a la iglesia y me divorcio o te quedás conmigo.” (Hay muchos que hasta usan la Biblia para manipularte).
Jesús siempre decía:“Oíste que fue dicho más yo os digo” O sea,“Los religiosos enseñaron esto, pero Yo (que soy la revelación) te digo: Esto”.“No hay nadie que haya dejado padre, madre, etc. que no reciba en esta tierra cien veces más.”
Hay mandatos que ya no deben regirte, no te sientas culpable porque de lo contrario te quedarás en el mandato.Dios te llamó a libertad, saca la culpa de tu vida porque no viene de Él.
Pablo era legalista y creía que los mandatos religiosos eran la verdad pero un día Jesús se presentó y le dijo: “ Dura cosa te es dar coces contra el aguijón”
-No seas dura en tus pensamientos, movete por revelación y no por mandatos.Hace unos años atrás Dios nos pidió que hagamos un acto profético, debíamos entregar algo que nos costara dar.
El Señor me indicaba que lo que yo debía entregar estaba en la cocina. Fui hacia allá y no veía nada, pero el Señor insistía. Al rato me di cuenta que lo que pedía era mi Biblia, que estaba totalmente marcada con las revelaciones recibidas, toda subrayada, ya que era mi Biblia de años, y me puse a llorar sin parar. Entonces el Señor me dijo: “Eso es lo que quiero que entregues.” Obedecí con un dolor tremendo, porque estaba entregando lo que había aprendido de Dios.
Y el Señor después me explicó: “Quiero que me la des porque te voy a enseñar todo nuevo, una nueva revelación, y si te atas a lo viejo, lo nuevo no vendrá”.
Después me compré otra Biblia, y dije: “Señor, esta Biblia es hasta que me hayas enseñado algo y, cuando me quieras enseñar lo nuevo, me compraré otra” Así pasé por varias Biblias, es más, no tengo una fija sino varias versiones y un día leo una y al día siguiente otra, porque lo importante es la revelación de Dios, dejar lo viejo para ir a lo nuevo.
Nada detendrá la bendición que Dios tiene para mi vida. Quebrantá los mandatos internos que te limitan, aprendé a hablar desde la libertad.
Hacelo por vos y para bendecir a otros.
A más mandatos internos negativos quebrados, más libertad para trasmitir.
Por Alejandra Stamateas.
Bievenidos
Hace 15 años