1 Pedro 1:1-2 1
Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, 2 elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
1 de Pedro es una carta escrita a personas que iban a tener que enfrentar el sufrimiento y por lo tanto nos enseña como enfrentar el sufrimiento y superarlo.
Tiene unas enseñanzas preciosas.
Inclusive, de la salutación podemos aprender mucho que nos ayuda vivir en victoria a pesar de las grandes dificultades.
Primero aprendamos de las cuatro primeras palabras de la Carta.
1:1 Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, 2elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
Vemos que el autor es Pedro, apóstol de Jesucristo
Se llama Pedro no Simón.
Es un apóstol
Un “enviado de Dios”
No nos equivoquemos, los apóstoles tienen un lugar especial en el cuerpo de Cristo y en la historia de la iglesia de Cristo.
Sin embargo, sabemos que todos los creyentes somos llamados a llevar el mensaje de Jesucristo a nuestro mundo.
Vemos aquí una enseñanza sobre los que pueden ser usado por Dios para llevar su mensaje; una enseñanza para todos nosotros.
Dios envía a personas más que ángeles
A lo largo de la Biblia vemos que para comunicarse con mucha gente Dios siempre envía a personas no a ángeles; como por ejemplo Juan el Bautista. Juan 1:6
Hubo un hombre enviado por Dios, el cual se llamaba Juan.
Dios envía a personas corrientes .
Dios vino como carpintero, no como príncipe ni sacerdote.
Dios nació en un establo, no un palacio.
Cristo escogió a pescadores y recaudadores de impuestos, no a eruditos ni teólogos.
En Éxodo 3 Dios envió a un pastor de ovejas.
Dios envía a los que han tenido una Revelación de Dios.
Éxodo 3:1
Apacentando Moisés las ovejas de su suegro Jetro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto y llegó hasta Horeb, monte de Dios.2 Allí se le apareció el ángel de Jehová en una llama de fuego, en medio de una zarza. Al fijarse, vio que la zarza ardía en fuego, pero la zarza no se consumía.3 Entonces Moisés se dijo: Iré ahora para contemplar esta gran visión, por qué causa la zarza no se quema. 4 Cuando Jehová vio que él iba a mirar, lo llamó de en medio de la zarza: ¡Moisés, Moisés! Aquí estoyrespondió él. 5 Dios le dijo: No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. 6 Y añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
Lucas 5:5-8
Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado; pero en tu palabra echaré la red. 6 Cuando lo hicieron, recogieron tal cantidad de peces que su red se rompía.7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que acudieran a ayudarlos. Ellos vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Mateo 16:15-17 Él les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Para llevar el mensaje de Dios tenemos que tener un momento o varios en nuestra vida cuando nos damos cuenta de quien es, de su poder, su santidad y su amor.
Dios envía a los que han tenido y mantienen una relación íntima con Dios.
Moisés tuvo que aprender que no importaba quien fue el sino quien iba con el.
Éxodo 3:11
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya al faraón y saque de Egipto a los hijos de Israel? 12 Dios le respondió: Yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.
Aquí en Éxodo 3 Moisés conoce al Señor y luego vemos que a lo largo de su vida se goza de una relación estrecha con Dios.
Éxodo 33:9-11
Cuando Moisés entraba en el Tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del Tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés.10 Cuando el pueblo veía que la columna de nube se detenía a la entrada del Tabernáculo, se levantaba cada uno a la entrada de su tienda y adoraba. 11 Jehová hablaba con Moisés cara a cara, como habla cualquiera con su compañero. Luego Moisés volvía al campamento, pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del Tabernáculo.
Jesucristo desde siempre se había gozado de plena Comunión íntima con Dios el Padre y Dios el Espíritu Santo. Sin embargo tuvo que buscar a su Padre en oración.
Marcos 1:35-39
35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.36 Lo buscó Simón y los que con él estaban,37 y hallándolo, le dijeron: Todos te buscan. 38 Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos para que predique también allí, porque para esto he venido. 39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.
Lucas 5:15-16
Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades.16 Pero él se apartaba a lugares desiertos para orar.
Tenemos que mantener una comunicación con El viva e íntima.
Jesucristo escogió a los doce para que estuvieran con El.
Marcos 3:13-19
Después subió al monte y llamó a sí a los que él quiso, y vinieron a él.14 Designó entonces a doce para que estuvieran con él, para enviarlos a predicar15 y que tuvieran autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:16 a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro,17 a Jacobo, hijo de Zebedeo, y a Juan, hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, es decir, “Hijos del trueno”;18 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el cananeo,19 y Judas Iscariote, el que lo entregó.
El les enseñó que a lo largo de sus vidas tendrían que mantener esa relación con El. Separados de El nada podemos hacer.
Juan 15:4-5
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
Dios envía a los que saben superar sus fallos y fracasos.
Todos conocemos la historia de Pedro, un hombre lleno de auto confianza que aunque los demás fuesen a fallar a Cristo, el no.
Un hombre que negó conocer a Cristo.
Un hombre restaurado por Cristo mismo preguntándole tres veces si lo amaba; el mismo numero de veces que el había negado a Cristo.
Si fallas Dios te busca para restaurarte.
Si fallas, no te quedes allí en el suelo y la derrota. Proverbios 24:16
porque aunque siete veces caiga el justo, volverá a levantarse, pero los malvados caerán en el mal.
Todos fallamos a veces.
Pero tenemos que saber remontar.
Pidamos perdón.
Aceptemos el perdón de Dios. 1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Olvidemos lo que queda atrás. Filipenses 3:13-14 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante,14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Efesios 6:16
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Pedimos la ayuda de Dios para no volver a fallar.
Dios usa a personas perdonadas, no a personas perfectas.
Personas que saben aprender de sus fallos para ser mejores personas.
Dios envía a los que pueden confiar en el, no en sus propias fuerzas.
Éxodo 3:11
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya al faraón y saque de Egipto a los hijos de Israel?
Jueces 6:14-16
Mirándolo Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza y salvarás a Israel de manos de los madianitas. ¿No te envío yo? 15 Gedeón le respondió de nuevo: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo soy el menor en la casa de mi padre. 16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y tú derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
Dios usa a personas que son humildes no a los que se ven y se creen capaces de hablar y hacerlo bien.
Personas que dicen, “Yo me atrevo hablar con los demás porque confío en Dios no en mi mismo.”
Personas que dicen, “Yo me atrevo hablar a pesar de mis limitaciones porque sirvo a un Dios todopoderoso.”
2 Cor. 2:14-16
Pero gracias a Dios, que nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento, 15porque para Dios somos grato olor de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden: 16para estos, ciertamente, olor de muerte para muerte, y para aquellos, olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?
2 Cor. 3:4-6
Esta confianza la tenemos mediante Cristo para con Dios. 5No que estemos capacitados para hacer algo por nosotros mismos; al contrario, nuestra capacidad proviene de Dios, 6el cual asimismo nos capacitó para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
Bievenidos
Hace 15 años