Realmente queremos experimentar avivamiento

Realmente queremos experimentar avivamiento

El Señor dice a la iglesia de Sardis:"Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete." (Apocalipsis 3:1-3)
Esto es lo que significa avivamiento: la iglesia que está por morir, vuelve a vivir.
La iglesia tiene que reconocer que en realidad no tiene esta vida espiritual que está proclamando. La iglesia tiene que reconocer que se ha dedicado a cumplir con programas humanos, en vez de vivir la vida de Cristo.
El apóstol Pablo escribe:"Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Pero todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes,Y levántate de los muertos,Y te alumbrará Cristo." (Efesios 5:11-14)
¿A quién escribe Pablo?
Pablo escribe a la iglesia, a los cristianos en Efeso.
Hay muchos cristianos que están durmiendo, o que ya están muertos y por eso necesitan un avivamiento.Tenemos aquí otra vez el mismo mensaje como a Sardis: ¡Levántate de los muertos! ¡Arrepiéntete!Pablo menciona aquí las "obras infructuosas de las tinieblas". En el contexto vemos que está hablando de "fornicación", "inmundicia", "avaricia", "palabras deshonestas", "necedades", etc. (v.3-4), y dice que los que practican tales cosas, no pueden heredar el reino de Dios (v.5).La iglesia que duerme o que está por morir, es una iglesia que participa en estas "obras de las tinieblas": comete estas obras, o por lo menos las tolera y no las reprende. ¿Es esta la iglesia del Señor?
La iglesia necesita un avivamiento porque está durmiendo y cerca de morir.
La iglesia participa en las obras de las tinieblas (en vez de reprenderlas), y con esto demuestra que le falta la luz de Cristo.
Ya está profetizado que esto sucediera:"Nadie les engañe en ninguna manera; porque (el Señor) no vendrá sin que antes venga la apostasía... Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad..." (2 Tes.2:3.7)
"Apostasía" significa "alejarse, apartarse" (de la fe).
En su despedida a los ancianos de Efeso dijo Pablo:"Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos." (Hechos 20:29-30).
Pablo dice que esto iba a suceder "después de mi partida", o sea, muy pronto.
Apenas que los apóstoles ya no estaban allí, ¡la iglesia empezó a desviarse!
Leamos otra vez las palabras del Señor a la iglesia en Sardis:"Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete." (Apoc.3:3)
Debemos volver a la enseñanza del Señor y de Sus apóstoles; dejando de un lado todas las tradiciones de hombres que vinieron después.
De hecho, toda la historia de la iglesia repite este ciclo de apostasía y avivamiento, nueva apostasía y nuevo avivamiento. Y casi siempre, antes de un avivamiento, había un tiempo de "sequía espiritual".
Un tiempo de creciente inmoralidad en la iglesia y en la sociedad; un tiempo en que la gente pensaba que la Palabra de Dios no tenía nada que ver con la vida diaria; un tiempo en el cual los cristianos estaban contentos con cumplir sus funciones en la iglesia, pero sus vidas no cambiaban.
¡Así es el tiempo de hoy!
Mientras las vidas no sean sacudidas y transformadas en lo más profundo por el Espíritu Santo, solo estamos multiplicando el número de cristianos durmientes.
Pero se necesita cumplir una segunda condición, para que haya avivamiento:
Un número suficiente de cristianos debe abrir los ojos. Deben darse cuenta de la triste condición en que vivimos, y clamar al Señor por avivamiento.
"Clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir. ...y llamó Jehová al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano, y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella." (Ezequiel 9:1-4)
Además de esto, era necesario "gemir y clamar" a causa de las abominaciones.Para nosotros como cristianos, "Jerusalén" significa la iglesia.
Es necesario que algunos cristianos empiecen a "gemir y clamar" por las abominaciones que se cometen en la iglesia.
El Señor busca a intercesores que tengan los ojos abiertos para ver el estado verdadero de la iglesia, y que clamen por un avivamiento.
Todos los avivamientos de la historia empezaron con la oración ferviente de algunos cristianos.
Ezequiel continúa:"Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo." (Ezequiel 9:5-6)
El pueblo que no se arrepiente, enfrentará un terrible juicio de Dios. ¿Y dónde comienza? ¡Con el templo, y con los líderes religiosos!Pero eso fue en el Antiguo Testamento, me puede decir,¿no vivimos ahora en la época de la gracia?"
No te dejes engañar.
La siguiente cita es del Nuevo Testamento:"Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador?" ( 1 Pedro 4:17-1
 

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