Una Prueba de Lealtad

ALGUNAS RAZONES PARA LA TENTACION
UNA PRUEBA DE LEALTAD
Como es de esperarse, Dios tiene un propósito para permitir que seamos tentados. No podemos decir que amamos a alguien hasta que hayamos hecho algunas decisiones difíciles a u favor. De la misma manera, no podemos decir que amamos a Dios a menos que les hayamos dicho NO a las tentaciones insistentes.
Tomemos a Abraham como ejemplo:
Dios le pidió que sacrificara a su hijo predilecto. El fue fuertemente tentado decir NO a Dios. Mientras el construía el altar, seguro pensó en numerosas razones para desobedecer a Dios; Isaac representaba el cumplimiento de la promesa de Dios; ara nunca lo comprendería. ¿Como podría un Dios misericordioso pedir que un hombre sacrificara a su amado hijo?
Por supuesto Ud. Ya sabes como termino la historia: Abraham pasó la prueba; el ángel del Señor lo detuvo de matar a su hijo. Observemos la evaluación de Dios….”Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. (Gen. 22:12).
¿Como sabemos que Abraham amaba a Dios?, por que decidió decirle SI a Dios, cuando todos los poderes del infierno, y las pasiones de su alma querían gritar que NO. Esta feroz tentación le dio a Abraham la oportunidad de probar su amor hacia el Altísimo.
En situaciones de nuestras vidas, muchas veces no podemos resistir a las tentaciones, del alcohol, que a veces son tentados por los mismos amigos, para recaer en su antiguo hábito, o de jóvenes que tienen vidas erróneas, ¿Por que Dios no nos aleja de estas circunstancias? El nos permite el lujo de tomar decisiones difíciles, para que podamos probar nuestro amor hacia EL. Estas son nuestras oportunidades de escoger a Dios.
¿Ama Ud. a Dios? Me alegra que haya contestado que SI. Pero ¿Que sucede cuando Ud. es confrontado en una situación difícil, como la de si debe satisfacer sus pasiones o controlarlas? Nuestra respuesta a la tentación es un indicador exacto de nuestro amor a Dios. Uno de los primeros pasos para enfrentarse a la tentación es verla como una oportunidad de probar nuestra lealtad. Si amamos al mundo, el amor del Padre no esta en nosotros...” No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”(1 Juan 2:15). Cada tentación nos deja mejor o peor; la neutralidad es imposible.
Por eso Dios no extermina al diablo. Es cierto que la presencia en el mundo de los espíritus malignos dificulta más nuestras decisiones. Pero piense en lo que estas decisiones difíciles significan para Dios. Demostramos nuestro Amor a Dios cuando le decimos SI a EL, aunque parezca que el canon este apuntando hacia nosotros.
Lo importante es definir si preferimos los placeres del mundo o los que vienen de Dios. Las oportunidades que nos acechan para hacernos pecar, la naturaleza pecaminosa que poseemos y las fuerzas demoníacas a nuestro alrededor nos ofrecen numerosas oportunidades para contestar esa pregunta.
Haga un inventario de su vida preguntándose:
¿Cual es mi tentación más persistente?
¿Por que me es tan difícil decir NO a esta tentación y SI a DIOS?
Separa un tiempo de oración, para aquella tentación especial que no ha podido vencer. Pida sabiduría de Dios.
 

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